ENVÍAN A PRISIÓN JUEZA Y ABOGADA IMPLICADAS EN ASESINATO DE DOS MUJERES.






Santo Domingo.- La Unidad de Atención Permanente de Santo Domingo dictó este jueves tres meses de prisión preventiva contra una jueza y una abogada implicadas en los asesinatos de Zuleika Flores y Natasha Sing, ocurridos de manera separada en abril pasado en el municipio de Santo Domingo Este.
El Ministerio Público informó que sus argumentos fueron determinantes para que la jueza Iris Borgen impusiera la medida de coerción contra Dionary Elizabeth Trinidad Ramírez y la jueza suplente del Juzgado de Paz de Boca Chica, Cibelis Martínez, acusadas de violar los artículos 265, 266, 295, 296, 297, 298, 302 del código penal y violación a la ley 36 sobre uso y porte de arma de fuego.
Los fiscales determinaron que el 19 de abril la jueza Cibelis Martínez le envió desde su número de teléfono un mensaje de texto al celular de Dionary Elizabeth Trinidad Ramírez dándole el número de placa del vehículo de la Suleyka Flores Guzmán.
El expediente explica que las imputadas no solamente se encuentran relacionadas a los demás coimputados por vía telefónica, sino por lazos de amistad y además se detectaron fotos y documentos que las vinculan con el hecho.
Por la muerte de ambas jóvenes también están bajo medida de coerción Sunhy Dotel Ramírez, Amaurys Soriano Garcia (Nevado), Luis Abel Mariano Pérez (Luisito), Jesús Manuel Mendoza Benítez (el patrón), Jonny Sención Gómez (Pai), Francy Alexander Fermín González y Julio Cepeda Ureña, quienes participaron directamente en los asesinatos tras recibir una lata suma de dinero.
La abogada Sunhi Dotel Ramírez gestó y aportó los recursos para el asesinato de Zuleika Flores, porque esta mantenía una relación sentimental con su esposo, el también abogado Julio Cepeda Ureña, quien se encuentra en libertad bajo fianza.
Los asesinos dieron muerte primero a Natasha Sing, a quien confundieron con Flores porque vivía en el mismo residencial y tenía un carro muy parecido a Zuleika, quien fue asesinato una semana más tarde, lo que demostró la determinación de la abogada Trinidad Ramírez de acabar con su vida a toda costa.