WASHINGTON. Tres estudios presentados el jueves en la XIX Conferencia Internacional del Sida en Washington dan a los científicos nuevas posibilidades para explorar en la búsqueda de una cura para la pandemia, que ya lleva tres décadas y afecta a unos 34 millones de personas en el mundo.
Un estudio fue realizado en un grupo de 12 pacientes en Francia, que iniciaron el tratamiento con antirretrovirales a las 10 semanas de infectarse con el VIH, el virus de inmunodeficiencia humana que causa el sida, pero luego dejaron la terapia.
El virus del VIH se mantuvo a raya durante una media de seis años en este grupo, conocido como Cohorte de Visconti, acrónimo de “Estudios virológicos e inmunológicos en controladores después de la interrupción del tratamiento”.
Este grupo de personas no eliminó por completo el VIH, pero siguió teniéndolo a un nivel extremadamente bajo en sus células y no se enfermó de sida.
“Estos resultados sugieren que el tratamiento antirretroviral debe iniciarse muy temprano después de la infección”, dijo Charline Bacchus, investigadora principal del estudio de la ANRS, la agencia nacional de investigación del sida en Francia.
“Seis años después de la interrupción del tratamiento, los pacientes tratados tempranamente tras la infección tuvieron la capacidad de controlar la infección del VIH”.
Los científicos continúan estudiando las características inmunológicas de este grupo en busca de pistas acerca de por qué ellos no necesitan medicación prolongada. La mayoría de los pacientes con VIH deben tomar antirretrovirales de por vida.
Actualmente hay 34 millones de personas con sida en el mundo. En los países más pobres, que son los más afectados por la pandemia, unos ocho millones de personas están tomando antirretrovirales, sólo la mitad de los que necesitan tratamiento.
El segundo estudio presentado en Washington involucró a dos hombres con VIH que no mostraron ningún rastro del virus a los ocho y 17 meses, respectivamente, de recibir trasplantes de células madre de un donante externo debido a una leucemia.
Sus casos son diferentes al famoso “paciente de Berlín”, un paciente estadounidense llamado Timothy Brown que se considera curado del VIH y de leucemia después de recibir trasplantes de médula ósea similares de un raro donante que poseía una resistencia natural al VIH (carecía del receptor CCR5 que actúa como puerta de ingreso del virus a las células).
Estos dos hombres recibieron trasplantes de donantes con el receptor CCR5, por lo que no lograron una protección natural contra el virus.
Según los investigadores, al continuar el tratamiento de ambos hombres con antirretrovirales durante el proceso, el medicamento impidió que las células del donante se infectaran hasta ser capaces de proporcionar a los pacientes con nuevas defensas inmunitarias.
El estudio fue presentado en la 19ª Conferencia Internacional del Sida por Daniel Kuritzkes, profesor de medicina del Hospital Brigham and Women, en Massachusetts (noreste de Estados Unidos).
Al conocer la noticia, Brown hizo público un comunicado en el que expresó su “alegría” ante la posibilidad de que dos hombres más se encuentren libres del virus.
“Como dije en muchas ocasiones anteriormente, quisiera que todo el mundo se viera liberado de esta enfermedad. Sólo podemos esperar que estos casos y el desarrollo actual representen el principio del final de esta plaga”.
Un tercer estudio sobre cómo un medicamento contra el cáncer ayudó a eliminar el VIH de las células de los pacientes fue presentado por David Margolis de la Universidad de Carolina del Norte (este).
Los investigadores usaron el medicamento de quimioterapia vorinostat para revivir y así desenmascarar el VIH latente en las células CD4+ T de ocho pacientes que también estaban tomando antirretrovirales para detener la multiplicación del virus.
Margolis, cuyo estudio fue publicado el miércoles en la revista británica Nature, dijo a los periodistas que la comunidad científica mira con entusiasmo la posibilidad de hallar una cura para el VIH, incluso aunque la solución parece estar a años de distancia.
“No puedo decir cuánto tiempo va a llevar”, dijo. “Pero creo que hay un camino claro y podemos avanzar”.