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Tras la caída del satélite de la NASA UARS a la Tierra, ahora se acerca el Röntgensatellit de 2,4 toneladas o también conocido como Rosat, el cual ha estado girando por el espacio durante 12 años después de que se apagó en el 1999.
Los científicos pensaron inicialmente que los restos iban a desintegrarse por completo al ingresar a la atmósfera; sin embargo, ahora se cree que la basura espacial podría estrellarse contra la superficie del planeta a finales del mes de octubre, informó el diario británico “The Telegraph”.
“El Rosat tiene una estructura de espejo de gran tamaño que sobrevive a altas temperaturas”, explicó Heiner Klinkrad, jefe de la oficina de basura espacial de la Agencia Espacial Europea.
Por su parte, expertos de la NASA han calculado que la probabilidad de que la basura espacial cause daño, lesión o muerte es de dos mil a uno.
El telescopio espacial fue construido por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y esta considera que “hasta 30 elementos individuales de los residuos, con una masa total de hasta 1,6 toneladas, podría llegar a la superficie de la Tierra.
Se cree que el fracaso de Rosat fue culpa de los piratas informáticos rusos aunque dicha versión nunca pudo ser probada de manera concluyente.
